Los italianos se preguntaban el lunes si un dramático ataque físico contra el primer ministro Silvio Berlusconi había sido provocado por meses de crecientes tensiones políticas, insultos y un “clima de odio” que está dividiendo al país.
Berlusconi fue internado el domingo con varios dientes rotos, la nariz fracturada y la cara cortada.
Berlusconi fue internado el domingo con varios dientes rotos, la nariz fracturada y la cara cortada después de que un hombre con antecedentes de problemas mentales le lanzó una estatua cuando firmaba autógrafos al final de un mitin político.
A mediodía se espera un parte médico, pero aún no es claro cuánto tiempo tardará en recuperarse. Algunos reportes dijeron que se quedaría en el hospital al menos otras 24 horas.
Las imágenes de su nariz ensangrentada y su cara lastimada aparecieron en las cadenas de televisión de todo el mundo y en las tapas de todos los diarios italianos, pero los titulares y comentarios superaron la magnitud del incidente, que no puso en riesgo su vida.
“Un tiempo de odio” fue el título del diario La Nazione de Florencia. La palabra “odio” fue usada en varios diarios y por varios analistas, mientras Italia hacía una introspección acerca de lo que pasó con el divisivo y controvertido primer ministro.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, es ayudado por su escolta después de ser agredido por un hombre al término de un mitin en la plaza del Duomo de Milán, Italia, hoy, domingo 13 de diciembre de 2009. El incidente ocurrió después de que Berlusconi bajó del estrado donde había pronunciado un discurso y se dirigió a saludar a los asistentes al acto, momento en el que un hombre aprovechó para agredirle. El agresor fue detenido por la Policía y Berlusconi fue llevado al hospital de San Raffaele posteriormente sangrando por la boca. EFE/Livio Anticoli
“Hemos llegado a esto. Un clima de odio contra Berlusconi ha producido efectos devastadores”, dijo el diario conservador Il Tempo, de Roma, en su primera plana.
Hasta los comentaristas de izquierda, que han liderado una campaña contra Berlusconi por sus juicios de corrupción y problemas personales, reconocieron que el ataque representó un símbolo de las tensiones políticas que han alcanzado un nivel peligroso
L’Unita, el diario del opositor Partido Democrático (PD) que a menudo ha demandado la renuncia de Berlusconi, calificó al ataque como una “locura”.
Pero la presidenta del PD, Rosy Bindi, fue citada diciendo que Berlusconi es el verdadero responsable de este clima tenso y que “no debe hacerse la víctima”.
En reiteradas oportunidades, el primer ministro ha acusado a sus oponentes de ser “comunistas” y de estar dispuestos a destruirlo.
Fuentes políticas dijeron que el operativo de seguridad para proteger a Berlusconi está bajo revisión debido a que el atacante, Massimo Tartaglia, se acercó tanto al mandatario que podría haberlo matado si hubiera tenido un arma.
Algunos analistas creen que el incidente podría elevar las tensiones políticas.
Sus aliados criticaron fuertemente a Antonio Di Pietro, un ex juez que hoy lidera un pequeño partido opositor, por decir que el primer ministro fue el “instigador” del ataque debido a su conducta confrontativa y sus insultos.
El último asesinato político en Italia fue en 1978, cuando la guerrilla de las Brigadas Rojas asesinó al ex primer ministro Aldo Moro, en uno de los períodos más tensos del país.
Con información de Reuters
(Editado en español por Lucila Sigal)
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