- AFP - Caracas - 01/06/2009 14:19 01
Los venezolanos gastan cada vez más dinero en seguridad privada y no dudan en pagar productos y servicios en dólares para vivir más tranquilos en el país, donde la violencia aumentó peligrosamente y la inseguridad ya se convirtió en la mayor angustia ciudadana, aseguran expertos.
Vender alarmas, cámaras de seguridad y vehículos blindados u ofrecer guardaespaldas privados son negocios muy rentables en este país, que encuentran clientes incluso entre las clases menos favorecidas.
Cifras de la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV) apuntaron que en 2008 las muertes violentas llegaron a 50 por cada 100 mil habitantes en Venezuela, frente a un promedio mundial de 8,8 por cada 100 mil habitantes. En Caracas estas cifras son mucho más preocupantes.
Por ello, el afán de protegerse no conoce clases sociales. La empresa nacional de seguridad Coverhost está instalando en los barrios marginales de Caracas alarmas que advierten la presencia de intrusos por un costo de 651 dólares, es decir casi dos salarios mínimos en Venezuela.
Las ofertas son para todas las necesidades y presupuestos. Un guardaespaldas privado cuesta mil 860 dólares al mes como mínimo a un ejecutivo y una empresa puede llegar a gastar hasta 200 mil dólares en equipos más sofisticados de seguridad, apunta el director de Coverhost, Guaicaipuro Hidalgo.
En total, en Venezuela existen más de mil compañías de vigilancia privada, aunque una gran parte de ellas no cuenta con todos los registros oficiales, lo cual impide establecer cifras globales sobre el gasto anual de los ciudadanos en seguridad.
Por otra parte, la protección personal es una cuestión sensible en Venezuela y es difícil obtener datos precisos sobre su costo.
"El paquete de un escolta, con arma, chaleco especial, vehículo blindado y equipado con sistemas de radio y comunicaciones, incluyendo un sistema satelital de detección (GPS) y su botón de pánico, puede costar 100 mil dólares", asegura Ernesto Carrera, director de la Escuela de protección personal.
Para los segmentos con mayor poder adquisitivo los costos se multiplican pues "los presidentes y altos ejecutivos corren más riesgos, como el de resultar secuestrados por razones económicas" e invierten más dinero, agregó.
Una pequeña y mediana empresa puede gastar entre 45 mil y 55 mil dólares en un proyecto de seguridad, según estos expertos.
"Sólo en 2008 se blindaron en Venezuela 1.200 vehículos" por parte de 26 empresas que comparten el mercado nacional, lo cual significó "una inversión aproximada de 30 millones de dólares", apunta Edgar Gamarra, director de Autoblindados Spartan.
Un responsable de una empresa de vehículos blindados afirmó recientemente que hace cinco años se blindaban en Venezuela 30 autos al mes y en 2009 ya hay un promedio de 200, y no sólo de empresas sino de particulares.
"Lo que sucede es que el sector privado ha ocupado el espacio que el estamento público ha dejado" y lo suple con toda suerte de recursos que sirvan para proteger la vida y los bienes, consideró Víctor Maldonado, representante de la patronal Fedecámaras, en una crítica clara al sistema policial venezolano.
"Las estimaciones mundiales calculan que los Estados deben invertir en seguridad 15 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), pero en Venezuela es de 4 puntos del PIB. La brecha es de 11 puntos", pese al alto índice de criminalidad que obliga a una mayor inversión pública, citó el empresario.
La última estadística oficial conocida registró 9 mil 653 asesinatos de enero a septiembre de 2008 en todo el país, mientras varias fuentes no gubernamentales estiman que al cierre del año pasado hubo 14 mil homicidios.
Según el OVV, en el primer trimestre de 2009 hubo 844 homicidios, lo que representa un 31% más que los registrados en el mismo periodo de 2008.
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