En un discurso dedicado en su mayoría a asuntos relacionados con la inmigración, Frattini lamentó que el Tratado de Lisboa no incluya las raíces cristianas de Europa, lo que demuestra la "debilidad" europea.
"Una Europa silenciosa sería una Europa débil", sentenció.
En este sentido, el ministro afirmó que si en las ciudades europeas se construye una mezquita, debe construirse una iglesia "allí donde los cristianos lo soliciten".
Es, lo que denominó, "promover la reciprocidad" para poder "practicar una religión sin ser perseguidos".
Por ello, afirmó que no se puede "traicionar la identidad cultural europea" y apostó por políticas de inmigración "mejor articuladas" para "hacer frente con determinación" a la inmigración clandestina y regular los flujos migratorios.
Frattini criticó los matrimonios forzados, que no forman parte de "la Europa" que quieren sus ciudadanos.
En este sentido, dijo que una chica musulmana "puede ser tratada de manera diferente en Europa" que una joven judía o cristiana, debido a la tradición de sus padres.
Además, aseguró que Italia es "el país más comprometido" con la salvación de inmigrantes y cifró en 40.000 los auxiliados en el Mediterráneo en 2008 y 2009.
Al tiempo, destacó la necesidad de "ser severos" con los traficantes de inmigrantes y hacer compatible la firmeza y la acogida, así como la colaboración con los países africanos.
El jefe de la diplomacia italiana defendió la globalización de los derechos humanos, "sin descafeinar su contenido ni limitar su alcance", al tiempo que señaló la necesidad del diálogo intercultural, "sin renunciar a los principios fundamentales".
No se trata de exportar la democracia a Irán o Afganistán, tal como se entiende en Estrasburgo o Bruselas, continuó, sino "crear una conciencia progresiva en su sociedad civil".
Frattini expresó su deseo de que la Unión Europea (UE) se adhiera al Convenio Europeo de Derechos Humanos, después de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, pero pidió "reflexión" para "evitar problemas de coordinación".
El ministro solicitó luchar contra el racismo y la xenofobia y exigió la misma dureza contra el totalitarismo fascista-nazi que contra el comunista.
En el turno de preguntas y a una cuestión planteada por el diputado de la formación catalana CiU Jordi Xuclá, Frattini señaló que Italia piensa seguir presentado una resolución anual ante el Consejo de Naciones Unidas para la moratoria de la pena de muerte, que en el futuro tendrá como objetivo su abolición.
En cuanto a la libertad de expresión de los medios de comunicación en Italia, el ministro del Gobierno que encabeza Silvio Berlusconi dijo que "la prensa libre tiene todas las posibilidades de hacer y decir".
Criticar la situación actual, añadió, "no se corresponde con la realidad".
Sobre el estado de la etnia gitana, tras las agresiones sufridas hace dos años, Frattini señaló que Italia supo resolver el problema con la colaboración del colectivo romaní y recordó que los medios más críticos han dejado de publicar informaciones sobre ese asunto.
globovision
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