La Verdad - Nilsa Sarmiento - Maracaibo - 21/05/2009 00:01 21
La industria del secuestro sigue haciendo de las suyas. En está ocasión Luigi “Gino” Lanzilli Perrotta perdió la tranquilidad cuando Luigi (41) fue sacado de la empresa Tradice y Cal, en la que trabaja como administrador desde hace varios años. El secuestro número 30 se llevó a cabo ayer a las 6.20 de la mañana en el sector Perú, en San Francisco.
Jesús González, empleado de la empresa desde hace 40 años, explicó que Luigi Lanzilli acostumbra llegar todos los días antes de las 6.00 de la mañana. La única persona que encuentra en los galpones de la empresa de transporte a esa hora es el vigilante.
Lanzilli llegó ayer a las 6.00 de la mañana, estacionó su carro Fiat Tempra color azul, placas VAJ 73B, y entró en la oficina que está a cuatro metros del portón y se puso a trabajar. Alrededor de 20 minutos después llegaron dos hombres vestidos con uniformes de obreros petroleros. Los dos sujetos sometieron al vigilante, que lleva cuatro meses trabajando en la empresa, le amarraron las manos por delante de su cuerpo con tirraje.
Luego de someter al empleado, los secuestradores agarraron a Lanzilli y lo montaron en su propio carro a la fuerza para salir del lugar a toda velocidad. El encargado de la seguridad quedó amarrado y como pudo se acercó a la puerta de la pequeña oficina. Uno de los vecinos que pasó por el frente de la empresa escuchó los gritos del vigilante, quien al verlo comenzó a pedir ayuda. Después que le soltaron las amarras el empleado llamó a la familia del administrador.
El Tempra azul propiedad de Lanzilli fue encontrado momentos después cerca de la antigua sede de Vencemos Mara. Funcionarios de la Policía científica se llevaron el vehículo para hacer las experticias respectivas.
Se pudo conocer que Luigi trabaja también en la ferretería Bloferca, en San Jacinto. Lanzilli tiene dos hijos y vive con su familia en el edificio Los Amigos, en la avenida Bella Vista, frente a la clínica Ricardo Álvarez. Jesús González dijo que es la primera vez que sucede algo así en la empresa.
Por su parte, Rigo Valles, jefe de la Policía científica en San Francisco, dijo que los presuntos secuestradores todavía no se han comunicado con los familiares de Luigi Lanzilli, por lo que se maneja el caso como privación de libertad. "Aunque las características son las de un secuestro, debemos esperar hasta que pidan dinero por su libertad".
le persone che lavorano con onestà sono preda di criminali che aspettano la vittima da designare,grazie alla connivenza di politici fannulloni e corrotti che invece di preoccuparsi per le sorti di un paese allo sfascio alimentano la delinquenza e l'odio sociale privando chi produce alla sottrazione di beni.VERGOGNATEVI BUFFONI!!!
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